Ángel ya sabe llorar

Ángel ya sabe llorar - Angel ya sabe llorar 1

Al nacer prematuro, Ángel no tenía los pulmones desarrollados del todo, pues éstos se terminan de formar a las 37 semanas.

Y a lo mejor pensaréis ”pobrecito”.

Pero no.

Nos podréis llamar egoístas, pero el que no aprendiera a llorar con rabia hasta que ha cumplido las tres semanas ha sido un descanso. Un descanso finito que no hemos sabido valorar hasta ahora.

Antes, Ángel soltaba un pequeño alarido, como queriendo llorar, pero eso era todo. Y solo lo soltaba cuando tenía hambre.

Ahora la cosa ha cambiando. La curva de la paternidad, de la noche a la mañana, se ha puesto muy jodida. Antes era fácil, muy fácil. Eran otros tiempos.

Otros tiempos en los que podíamos estar tranquilos, sin que el corazón se nos rebanase con cada llanto.

Sin que nos desesperásemos mientras lo estás cambiando por llorar tan fuerte que se atraganta.

Sin que pudiéramos evitar llorar a la misma vez que él, desolados por no poder hacer nada para evitar su dolor.

Nació con Jet lag

Jet-lag es el desequilibrio producido entre el reloj interno que marca el horario en el que estás despierto o dormido y el nuevo uso horario del país al que has viajado, normalmente tras una larga distancia.

Teniendo en cuenta que nació a las 03:43 de la madrugada, Ángel llegó al mundo con un poquito de desfase horario.

Es por esto que pasa la mayor parte del día durmiendo hasta 4 horas seguidas y por las noche no aguanta más de una hora y media.

La gente avispada dirá:

Pues dormid cuando el crío duerma.

El problema de hacer esto es el mismo que tuvo Buckminster Fuller cuando probó su extraño horario de sueño: conseguir conciliar tu vida con la de los demás.

Somos seres sociales, culturales, con amigos, familia, trabajos… Y si queremos seguir siéndolo, no podemos cambiar los ciclos diurnos/nocturnos, establecidos culturalmente en cada país.

Es por eso que, no dormimos de noche porque el zagal está cada hora gimiendo o llorando. Y no dormimos de día porque tenemos visitas, mandados, compras, o simplemente porque tenemos que ir a trabajar.

O por estar llorando, que también llora durante el día.

Esto se pasa bien las primeras semanas, pero llega el punto en el que la acumulación de sueño es tal que la migraña se hace permanente.

El suplicio del baño

Al principio bañábamos a Ángel en el típico cambiador/bañera (el nuestro es Flip, de Jane, pero no estamos en posición de recomendarlo, ya que no estamos del todo contentos). Al desnudarle en el baño se embarracaba. Y, al meterlo en el agua, se enfadaba mucho más.

Así que los baños eran un llanto constante, desde que entraba por la puerta hasta que salía limpito y aseado, que era cuando se callaba.

Básicamente Ángel era como todos los perros que he tenido, cuando tocaba baño huían como de la muerte. Cómo Ángel no podía huir, pues lloraba.

Pero hemos descubierto algo que le encanta, algo que lo tranquiliza mágicamente aunque esté atravesando la mayor de las rabietas.

La papelera mágica

Viendo una Youtuber, no recuerdo si Clarisse, vimos que ellos metían a su pequeña en una especie de barreño alto y ahí se quedaba muy a gusto y tranquila.

Así que un día nos probamos.

La primera vez lo intentamos con un cubo normal y corriente, pero al meter al bebé no teníamos espacio de actuación y nos costaba mucho llegar con la esponja a los huevecillos.

Sí que es verdad que estaba tranquilo, pero no era viable esa opción.

Al siguiente día de baño, me acordé de que teníamos una papelera de plástico que estaba entre las cosas de la mudanza y directamente la usamos para meterlo ahí antes de bañarlo, para ablandarle la roña…

El problema es que, cuando lo sacábamos de ahí para cambiarlo a la bañera y poder darle con las esponja, Ángel rompía a llorar con rabia.

Así que la solución ha sido directamente de la papelera a la toalla, y no se le escucha en todo el baño.

Claro, que nos tenemos que remangar bien para poder limpiarle el culito debajo del agua, pero nos encanta.

Ángel ya sabe llorar - La banera magica de Angel Sanchez Navarrete 2

¡Ya ha nacido!

Según los cálculos que hacen los ginecólogos con la fecha de la última regla, hoy 2 de marzo era la fecha prevista de parto.

Así que para todos los amigos hoy es el día en que Ángel ha nacido (antes sólo estaba engordando fuera del útero materno).

Como ya sabéis Ángel se adelantó 5 semanas, pesando 2,7 kg, y saliendo del hospital con 2,4 kg.

Pues tenemos buenas noticias, en la última revisión, este miércoles pasado, ya estaba en 3740 g, una buena cifra para un recién nacido. Y mide 53 cm.

Judit se echa las manos a la cabeza de pensar en lo que le hubiese costado dar a luz a un bebé así de gordito.

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